Carolina Galarza Antezana (Perú)

Endógeno nace a partir de una historia personal. Del rastro que dejó en mí una enfermedad ya superada y del sufrimiento que dejó la muerte de mi tía y de mi primo víctimas de cáncer. El objetivo de este, es cogerlos de la mano y llevarlos a ver lo que vi en soledad. Algo de lo mucho que se almacenó en mi memoria visual, parte del bombardeo cotidiano. No pretende mostrar lo evidente. No hay un cuerpo entero cansado de padecer, más está su mirada. La mirada también padece y  todo en donde reposa. Se cansa, cuestiona, envenena…Se cree cuerpo independiente. De esta forma el proyecto se convierte en una inspección interna sobre la fragilidad del cuerpo humano, la destrucción parcial del envoltorio. De esta estructura física y material que no sólo está ligada a la huella que dejamos, sino también al dominio de nuestros pensamientos y al enfrentamiento de las imágenes difíciles. Son pocas las personas que registran lo que la propia enfermedad los somete a ver, de cierto modo es un privilegio ser fotógrafa y poder mostrar como todo lo visto se achica, de tal manera que la mirada se fija en el dolor y en la herida abierta. Punza, se alimenta, lo encuadra y enaltece como gran trofeo para luego seguir su camino de manera cíclica. Esas son las imágenes de la serie, todas duelen y se esfuerzan por ser leídas amablemente. A ser aceptadas como parte de una nueva realidad, generada por un componente interno capaz de modificar lo externo. La manera de terminar de construir el vínculo entre este proyecto fotográfico y mi vida personal, es que salga de mis manos, que sea visto con los ojos más amables y encuentre su lugar. Que algo tan mío y de mi familia se convierta de alguna forma en un apoyo noble a las personas enfermas, a los que se recuperaron e intentan reconstruir su vida, a los que murieron, a las familias acompañantes y a los que como a mí, un susto los sorprendió para cambiar por completo sus vidas. Con el pasar de los años he entiendo que no soy la misma. Que la mirada cambia, cada imagen me golpeó como el sonido del peor golpe en el cuerpo más gentil. Estoy sana. Al menos del cuerpo. A la memoria de Jennifer Antezana Alvarado y Bruno Torres Antezana.