César Augusto Ceballos Montoya (Colombia)

  En los centros urbanos de Colombia la mayor fuente de trabajo para la población de los estratos más bajos es la construcción. El déficit de oferta laboral en todo el territorio nacional sumado al fenómeno de desplazamiento forzado por cuenta de la violencia y la pobreza que ha azotado al país durante tantos años, lleva a que una gran cantidad de personas se vean obligadas a trabajar en este oficio. Aunque la convicción general está puesta en que como oportunidad es de por vida, existen muchos hombres y mujeres que sólo lo ven como algo temporal, tienen otros sueños, otros planes. Sin embargo no por esto dejan de mostrar sus brios en las duras faenas diarias. En estos rostros están representadas algunas de estas personas. Julio es futbolista y espera que un equipo lo patrocine. Alejandra adelanta en las noches sus estudios técnicos de sistemas. Antonio abandonó el cultivo de hortensias en su parcela, esperando a que el mercado de flores se recupere para volver a sembrar. Luciano es mecánico automotriz, tuvo que vender su taller. Sebastian entrena perros y piensa en cómo montar su propio criadero. Hernán y su hijo saben trabajar el hierro forjado, ahorran para montar un taller. Juan Carlos dejó embarazada a su novia por lo que suspendió el bachillerato. Marcos y Alberto saben de cultivos orgánicos, tienen hipotecada su parcela. José creció como pescador en el Atrato, dejó su tierra por la violencia, pero sueña con el retorno. Jesús cursa un tecnológico en electrónica los fines de semana. Cristian está estudiando para montar su microempresa de estructuras metálicas. Fabián sabe tallar artesanías de piedra, le desanima que no haya un buen mercado para su oficio.