David Schäfer

En 1982, la Junta Militar que gobernaba la Argentina decidió recuperar por la fuerza las Islas Malvinas, un archipiélago ubicado en el Océano Atlántico Sur usurpado por los ingleses desde 1833. Esta acción desencadenó un conflicto armado entre la Argentina y el Reino Unido. La Guerra de Malvinas duró casi dos meses y medio, murieron más de 600 soldados argentinos, entre ellos el 1º Teniente (post mórtem) Jorge Casco quién se estrelló con su avión A-C 4 Skyhawk cuando volaba a muy baja altura (para no ser detectado por los radares) y en malas condiciones climáticas en busca del D-42 HMS Coventry británico. Los restos del piloto fueron encontrados por los ingleses en cercanías a las Islas y enterrados en el cementerio argentino de Darwin, en la Isla Soledad, una vez finalizada la guerra. El año pasado, cuando la historia parecía cerrada, el gobierno inglés envió a la Argentina restos óseos que, tiempo atrás, habían sido encontrado en el mismo lugar. El examen de ADN dio positivo, los restos eran del 1º Teniente Jorge Casco, y la familia decidió que fueran sepultados en Malvinas. El 7 de marzo de este año, la familia viajó a las Islas llevando la urna con los restos del aviador para darle sepultura. Allí, la esperaban las autoridades militares británicas quienes por iniciativa propia habían decidido rendir un homenaje al piloto argentino. A 27 años del conflicto, por primera vez un soldado argentino caído en Malvinas fue enterrado ante sus seres queridos y en una ceremonia protocolar donde los militares británicos lo despidieron con “Full Military Honors”.  “Isla Soledad” cuenta el viaje de Ivone (la viuda), Orfelia (la madre del aviador), Julieta y Guillermo (los dos hijos que al momento de su muerte tenían 3 meses y 1 año y medio) rumbo a las Islas Malvinas para sepultar al aviador argentino.